20 de diciembre de 2010

El asesino de Olot ¿víctima y verdugo?

Este pasado 14 de Diciembre un vecino Olot cogió una escopeta de caza y se tomó la justicia por su mano. Os recuerdo lo que pasó, la mañana del catorce de diciembre Pere Puig Puntí de 51 años y disparó contra el dueño y el hijo de la constructora para la trabajaba, cogió su coche y se acercó a la oficina bancaria de la caja del Mediterraneo, La CAM y mató a dos de sus empleados.
Pere estaba apunto de ser despedido y llevaba unos meses sin cobrar, sus jefes le entregaron un talón para pagarle, pero sin fondos. El hombre al sentirse estafado , humillado y ninguneado decidió cometer el cuádruple y macabro asesinato. Aunque todavía no está muy claro el móvil real y todos los detalles del caso.
Partamos de la base de que nada, NADA puede excusar el asesinato de una persona, pero lo más triste de todo es que a nadie le sorprende y lo que es más , te puedes llegar a sentir identificado con la situación.
Yo personalmente estuve cuatro meses sin cobrar y verle la cara a mi jefe cada día al bajar de su Audi RS4 valorado en más de sesenta mil euros , sentía tanta impotencia y me veía tan indefenso que si mis pagos se hubieran afectados, mi casa a punto de quedársela el banco o a mi hija le hubiera faltado un plato de comida en la mesa. Probablemente, sería yo el que habría ocupado un espacio entre las noticias de los periódicos.
Viendo el camino que está cogiendo la economía y que la clase media obrera cada vez somos más pobres y en ocasiones se nos aprieta mucho, mucho y caemos en depresiones, enfermedades mentales y locuras transitorias, casos como el que sucedió en Olot serán cada vez más frecuentes, o ¿a alguien le hubiera extrañado que le hubieran dado una paliza a un controlador aéreo el día de su huelga salvaje? Estamos muy presionados y hartos de ser los que siempre pagamos los platos rotos y somos los que acabamos viéndonos afectados a la hora de recortes salariales, sociales y pérdida de poder adquisitivo, cada vez nos cuesta más llegar a final de mes. Si no se ponen las pilas nuestros dirigentes políticos y económicos para solucionar el tema acabaremos viviendo en chabolas al lado de grandes mansiones, quizá es lo que quieren, si es así que se preparen, porque estamos hartos de esta neoesclavitud.

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