18 de abril de 2011

Polvos de juventud

Monic se subió a horcajadas encima de Pol, la postura no era la más cómoda, pero dentro del coche poca cosa más puedían hacer. Él tocaba con sus rodillas en los asientos delanteros y ella si se erguía un poco se daba con la cabeza en el techo. Estaban haciendo el amor fogósamente cuando oyeron ruidos alrededor del coche, pero al estar en plena naturaleza pensaron que seria algún animalillo. Dejaron de prestarles atención en pocos segundos y siguieron a lo suyo. De repente vieron como cuatro ojos les miraban a través del cristal empañado por los vapores que emanaban de sus cuerpos desnudos. Monic se acordó de una noticia que había oído hacia poco. La situación era muy parecida a la que se encontraban en ese momento, en esa noticia la chica era violada y el chico estuvo encerrado en el maletero obligado a oírlo todo, después les cortaron el cuello a ambos.
A Pol, lo único que se le pasaba por la cabeza era en salir de allí y sacar a Monic de esa maldita colina. Pol saltó al siento de delante en pelotas, con preservativo en el pene incluido y condujo hasta una urbanización cercana. Cuando estuvo seguro que no les seguían se vistió y llamaron a la policía para explicarles lo que pasaba en el picadero municipal, donde todavía quedaban más parejas. Se miraron a los ojos y se prometieron que la próxima vez pagarían un motel.

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