22 de junio de 2011

Balance primer año de carrera de periodismo

Hecho ya el último del año, ahora sólo me queda esperar que nos den las notas finales. A lo largo de este año he viajado a través de la historia (frase cursi del día) de la mano de los profesores de la Universitat Autónoma de Barcelona, que como pasa en todos los oficios y profesiones, los hay buenos, malos y en la facultad he descubierto una nueva clasificación de profesores: Los lectores de Power Points. Está última especie se acomoda en su poltrona y procede con gran parsimonia a leer punto por punto, coma por coma lo que pone en las diapositivas, convirtiendo las clases en soporíferas sesiones a las que los alumnos dejan de ir paulatinamente. Con este tipo de profesores tengo la siguiente duda, no sé si no les gusta su trabajo o simplemente no sirven como profesores. 
   Por otro lado también he tenido profesores fantásticos, que eran, como mínimo en su campo, minas de conocimiento y verdaderos apasionados de la docencia y de las clases que impartían, gracias a estos profesores, poco a poco he ido cogiéndole el gusto a este oficio de juntar letras y formar textos en los que estos adquieran un sentido y estén argumentados. He aprendido a leer noticias, reportajes y crónicas más allá del texto, es decir he aprendido a interpretarlas, analizando la estructura y los diferentes factores que envuelven las informaciones, como donde se publica, cuando se publica, que visión se da de la información, que fuentes utiliza. Una serie de elementos que antes no los tuve presentes.
   Es interesante saber la historia de las agencias de noticias y como funcionan los medios de comunicación, para poder comprender por qué ha día de hoy las agendas de los medios hablan de unas cosas y de otras no, y si lo hacen lo hacen muy de refilón, como el que no quiere la cosa. 
   Me ha encantado poder llegar a conclusiones, que me permitan argumentar cosas tan inverosímiles como el mito de la objetividad en los medios, que todavía en pleno siglo XXI, hay gente que se lo exija a los profesionales de la comunicación, y lo que es peor hay medios que se otorgan esa cualidad del todo utópica e irreal.
   Hes sido capaz de sumergirme el mareante mundo del "Giro lingüístico" explicado en código secreto (o eso me pareció a mi) por Albert Chillón. He conocido a grandes autores y profesionales del mundo del periodismo, a través de sus textos. Clásicas del periodismo como Kapuscinski que me enseñó que los cínicos no sirven para el oficio de periodista y de profesores tampoco.
   Quizá está carrera que se ha cruzado en mi vida de una forma casi accidental, se convierta en el trabajo de mi vida y con todo el ánimo y apoyo de mis familiares y especialmente de mi mujer, llegue a hacer de un hobbie y un divertimento, como lo es escribir en este blog, mi oficio y una forma de vida. No diré, como hacen los futbolistas que desde pequeño soné con este momento, porque sería mentira de la buena, pero bien es cierto que siempre intenté llamar la atención, hacerme oír y exponer mis ideas a todos aquellos que estuvieran dispuesto a escucharme.
  
   

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