15 de enero de 2014

El PP y el derecho a decidir

Es de sobras conocido que el Partido Popular es un partido conservador, que le cuesta aceptar cualquier tipo de cambio en la sociedad, en la economía o en la política, que ponga en riesgo el Status Quo en el que se encuentra inmersa España en la que este partido se está muy cómodo. Hace tiempo que no puedo evitar estremecerme cuando oigo a algún político del PP hablar de justicia, leyes o democracia, pero lo que más me eriza el vello es oír a votantes y militantes del PP hablar de libertad. ¿Cómo puede hablar de libertad un partido político que hasta hace cuatro días tenía en sus filas a un ex-ministro del gobierno de Franco como Fraga?.

Lo más gracioso de todo es que aquellos que no creyeron, ni han creído nunca en La Constitución la utilicen de escudo y la pongan excusa para permanecer en un inmovilismo político perpetuamente . Además es interesante recordar que sólo los que a día de hoy tienen de 54 años en adelante,  pudieron votar la intocable Constitución. Eso representa menos de un 25 % de la población actual, del que un tanto por ciento muy elevado a finales de los setenta no tenían la educación, ni la cultura política necesaria para realizar una votación o aprobación de la Ley de Leyes española, ya de la mayoría ni el graduado, ni el certificado de estudios, puesto que habían trabajado desde que eran niños y la tasa de analfabetismo era muy alta. Espero que nadie se sienta ofendido por esta afirmación.

A finales del año pasado, el derecho a decidir fue una de las expresiones más utilizadas en los periódicos e informativos de todo el territorio español para referirse a la situación de desapego estatal que se está viviendo en Catalunya. En algunos medios de comunicación más conservadores también se la ha bautizado como como el "problema catalán", que en realidad no es ningún problema, pero es una forma de crispar más el ambiente, si cabe. Hay un run-run cada vez más ruidoso en ciertos sectores sociales acerca la independencia de Catalunya, pero sobre todo hay un gran interés por poder votar, ejercer el derecho más democrático de todos como es decidir mediante las urnas que queremos hacer los catalanes, que es uno de los actos más democráticos que existe.

Cuando desde Catalunya se habla de derecho a decidir, los partidos contrarios al referéndum como PP, PSOE, UPYD, Ciudadanos y algunos otros menos representativos, sacan la Constitución como si las leyes hicieran a las personas y no como debe ser que es que las personas hagan las leyes. Si no fuera así, la mujer todavía no podría votar, los niños trabajarían en vez de estudiar y disfrutar de la infancia y los matrimonios durarían toda la vida, hubiera o no amor entre los cónyuges. Por este motivo, las leyes deben de poder modificarse y también la Constitución,  como han hecho PSOE y PP cuando les ha interesó y con nocturnidad y alevosía para limitar el déficit de las autonomías.

También es preciso diferenciar entre los partidos y personas que quieren la independencia y los que quieren que se permita votar, aunque sea para votar "No a la independencia". Todo este revuelo en Catalunya, empieza cuando en el Parlament de Catalunya se aprueba un Estatut, que es votado en referéndum aprobado en el congreso y que el Partido Popular lo lleva al Constitucional para que lo descuartice y le pase las tijeras de forma que cualquier parecido entre el Estatut que entró con el que salió era pura casualidad.

Por eso una gran parte de Catalunya quiere votar y dejar claro que esto tiene que cambiar, que no queremos seguir en la misma situación social, económica y cultural en la que nos encontramos, en el que parece que cualquier cosa que salga de Catalunya está marcada con un 666 o que vamos en contra de alguien y la verdad no es así. Desde Catalunya queremos de decir que estamos cansados del café para todos, ya que nos sabemos muy bien por qué, pero en tierras catalanas acabamos tomándomos el café descafeinado, solo y sin azúcar, mientras vemos como los de las mesas de al lado mojan magdalenas en cafés con leche en tazas de porcelana y con cucharas de plata.


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