Hoy es una tarde fría, de esas que no apetece salir de casa. El viento sopla con fuerza, llueve poco pero llueve. Una señora lleva un paraguas con estampados dignos de otorgarle una ley especial contra el buen gusto. Una ráfaga de viento le da la vuelta al paraguas de la señora rompiéndolo y lo tira a la basura. Saca una bolsa naranja de su bolso y se la pone en la cabeza.
¡Joder era más bonito el paraguas!
Volveré a la cama.
¡Joder era más bonito el paraguas!
Volveré a la cama.
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