Lunes 2 de mayo de 2011
Esta mañana cuando me he levantado para ir a trabajar y hacer mi ojeada matutina a Twitter y Facebook, he visto un tweet de Antoni Bassas, corresponsal de Televisión de Catalunya en Washington, en el que avisaba de una comparecencia del presidente de los EEUU Barack Obama. Cuando ya estaba en el trabajo he leído en el móvil, lo que creo que será la noticia del año: La muerte de Osama Bin Laden a manos de los estados unidos.
Si he de ser sincero, la noticia me ha sorprendido bastante, ya que soy un gran amante de las llamadas teorías de la conspiración y vivo casi rozando la paranoia con este tipo de temas. Creo que los medios de comunicación dicen lo que quieren los que mandan, y se les otorga una credibilidad que rara vez es cuestionada.
Desde que pasó todo lo del 11 de septiembre y después de ver distintos documentales que hablan del tema, las dudas más que razonables asaltan las mentes enfermas como la mía, sin olvidar que quizás los locos seamos los más cuerdos del mundo. El personaje de Osama Bin Laden aparce como un ente en las ocasiones más propicias para los intereses de aquellos que manejan los hilos de la información y el poder. Siempre ha planeado la duda sobre si Bin Laden era la cabeza pensante de los atentados del 11-S y 11-M. Si era el líder real de Al-Qaeda, un hombre de paja o directamente un personaje de ficción creado al más puro estilo de los villanos de las películas de Hollywood de la Guerra Fría. También se ha especulado mucho con la muerte de Bin Laden. Muchos eran los que sostenían la teoría de que el “Lider de Al-Qaeda" había muerto hacía ya mucho tiempo, y que el que lanzaba de vez en cuando los mensajes por televisión no era más que un mero imitador y farsante.
Tras la noticia dada por el mismísimo Barack Obama y las especiales circunstancias de los hechos, las dudas no han hecho más que acrecentarse. Primero se dice que el ejercito americano está custodiando el cadáver. Después Associated Press publica una foto del cuerpo sin vida de Osama, que rápidamente a través de twitter y de algunos medios de comunicación se encargan de dejar claro que es un montaje. Las horas posteriores a la noticia también sale una información en la que se cuenta que los marines americanos tiraron el cuerpo de Bin Laden al mar. Un dato muy curioso y a tener en cuenta, es que todo esto sucede justo cuando hay una bajada de popularidad de la administración dirigida por Obama, según indica una encuesta realizada en EEUU a mediados del mes pasado.
Pongámonos en que nos creemos a pies juntillas lo que cuenta la Casa Blanca, desde donde se nos vende la película de que se ha hecho justicia. Pero, ¿que tipo de justicia? Tomarse la justicia por tu mano, entrar con un comando en un país extranjero, después de tomar la decisión unilateralmente y enviar un grupo de sicarios gubernamentales ¿es un acto de justicia o de venganza?. El último caso parecido a este fue el de Sadam Huseim, con el que montaron un show mediático la más puro estilo americano, hubo un juicio con su correspondiente condena y misteriosa filtración de la ejecución de la misma, todo lo contrario que en esta. A pesar de que el mismo presidente de los estados Unidos dice que vio por TV toda la operación,según afirma la CNN, pero tan sólo tenemos la imagen de los que se supone eran sus guarda espaldas. Todo es como mínimo un poco confuso y no da ninguna respuesta, ni ninguna solución a los afectados por el mayor atentado jamás perpetrado hasta el si de hoy como es el 11-S.
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