Hace unos días leí un escrito titulado "Periodismo basura", redactado por un tal Joan Tubau y publicado en un blog de Intereconomía. Creía que iban a hablar de el propio medio, puesto que periodismo basura es a Intereconomía, como gazpacho es a verano, no se entiende uno sin el otro. Cuando ¡sorpresa! Se dedicaban a criticar un periódico catalán.
Lo sé, no debería de leer según que cosas, pero soy un poco masoca. En este artículo se citaba una portada del Diari Ara, en el que se daban algunas razones por las que estar en contra de la liberización de horarios y proteger el comercio de proximidad “Razones para defender el pequeño comercio”.
Es posible que en algún punto no estén del todo acertados, pero que desde Intereconomía se tilde algún tipo de periodismo de basura, cuando ellos son los reyes de la demagogia y del mal gusto comunicativo, me parece una broma. El párrafo de apertura del artículo, es uno de los puntos graciosos del texto, me imagino al redactor con una calavera en la mano y recitando, al más puro estilo shakespeariano:
Poco importa la verdad en este corrupto mundo de la información: defienden su causa sin comprobar la veracidad de los hechos, escondiendo aquellos motivos que justifican los recortes.
Leyendo este párrafo, pensaba que era una descripción de los contenidos de Intereconomía, por el tipo de información y programas que salen de las tripas de este grupo, pero estaba equivocado. El siguiente fragmento también tiene su gracia, el escritor del texto hace justo lo que critica en un par de líneas antes:
No he estudiado periodismo pero entiendo que la labor de un periodista es describir la verdad. En las facultades deben explicar algo distinto.
Perfecto, no ha estudiado periodismo, ergo no sabe que se explica en las aulas, entonces ¿cuál es su aportación a la “verdad”? o ¿cómo él no es periodista, tiene licencia para mentir y decir lo que le venga en gana? Esto es como si yo empiezo a escribir sobre el universo y sus campos teóricos, y empiezo un texto de la siguiente manera.
No se nada acerca del universo, pero voy a criticar las teorías de los agujeros negros por la cara y para dar la nota.
Siguiendo con el profundo análisis del artículo del Diari Ara por parte de Joan Tubau. En el primer punto, ya se le ve el plumero ideológico al personaje en cuestión. Empieza tachando a los periodistas del Ara de tramposos y acto seguido, sin preámbulo de ningún tipo, se enzarza en una crítica a los mineros asturianos.
Pues estamos listos, no tan solo no ha aclarado nada, si no que además, se ha dedicado a verter porquería encima de unos hombres, que se juegan la vida cada día a cientos de metros bajo tierra. Ahora resultará que son más justas las ayudas a los pobres banqueros y defraudadores, que tienen dinero en paraísos físcales, que las ayudas a los currantes.
El siguiente punto que intenta desmontar el autor, habla de que los pequeños comercios ayudan, según el Diari Ara, a cohesionar y vertebrar la ciudad. Comparto esta idea al 100% con el periódico catalán, puesto que en los pequeños comercios del barrio, al igual que los bares o cafeterías, es donde ves a tus vecinos y puedes conversar con ellos.
Tubau intenta hacer un extraño paralelismo o comparación, hablando sobre Manhattan y New York, pero no acabo de ver la conexión entre una cosa y la otra. Lo que si queda claro, es la opinión que tiene de los defensores del comercio de proximidad en Catalunya. Tubau cree que son una especie de destructores del progreso o algo por el estilo. Con la siguiente falacia acaba el segundo punto:
¿Terminarán prohibiendo el comercio en internet por desvertebrar la siempre pura sociedad catalana? Cuestión de tiempo
El tercer apartado del texto del Ara, explica que los horarios actuales de venta, son fruto consenso y equilibrio. Para Tubau no es necesaria una regulación o un permiso por parte del ayuntamiento para llegar a un acuerdo entre él y un vendedor de plátanos.
Muy bien, entonces no hace falta regular a los lateros de las ramblas, ni la venta ambulante e incluso se podría dar rienda suelta a la prostitución callejera, no? Si no se necesita que regular la venta de un plátano, por que regular nada más.
Literalmente Tubau escribe: “Si me apetece un plátano de madrugada y un frutero quiere vender ese plátano, encontraremos un precio que beneficie a las dos partes”. Si te apetece un plátano de madrugada, te esperas hasta mañana.
Seguro que a este tipo de gente, cree que los comerciantes deben ser como una especie de sirvientes que aparecen cuando suena la campanilla, ¿pero en que tiempos vivimos? El que quiera tener mayordomo que lo pague.
El último punto que es analizado por este blogero de Intereconomía, es la creación de riqueza a pesar de la limitación de horarios. Este es el punto del artículo del diari Ara, donde creo personalmente que han patinado y dan pie a que se hagan entradas en blogs como la que estamos repasando. Aunque es increíble que el Intereconómico de turno vuelva ha hacer lo que critica en el mismo punto.
Según Tubau, “no puedes publicar que la Tierra es plana sin presentar prueba alguna de ello”. Entonces sigue, “Ara es un periódico en catalán que, como cualquier otro periódico en catalán, recibe una ayuda de la Generalitat. CIU anunció ayer que impugnaría la propuesta de flexibilizar horarios.... Curiosamente, los periodistas subvencionados nos deleitan hoy con una portada que satisface a Mas. No creo en las casualidades”.
Yo tampoco creo en las casualidades, aunque también es cierto y en vista de que Tubau cree que Ara escribe sus artículos para ganarse la simpatía de la Generalita y seguir recibiendo subvenciones, la pregunta que me ronda por la cabeza es: ¿por qué Intereconomía escribe a favor de la libertad de horarios? La respuesta está clara, esto se denomina felación periodistica.
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