Pero vayamos por puntos. Es más que evidente que los gamberros que apuntan con los láser, con vete tu a saber que intenciones y que gracia le pueden ver, deben de ser castigados y escarmentados por las molestias y la intención de fastidiar a los pilotos, pero de ahí a afirmar que lo de apuntar con un láser a un avión puede provocar un accidente creo que es pasarse de frenada.
Ya sabemos, desde hace tiempo, que los pilotos, controladores aéreos y demás seres superiores se la cogen con papel de fumar, que son muy delicados y que les encanta jugar con la carta de la seguridad y la responsabilidad que tienen con muchas vidas, pero está vez vuelven a magnificar las cosas. Los que llevan el mantenimiento de una central nuclear también tiene una gran responsabilidad y no salen en los medios cada "X" tiempo recordándolo.
Ni John Wayne
¿Alguna vez habéis intentado apuntar a más de 200 metros con un láser? Ni el mismísimo John Wayne sería capaz de mantener fijo el punto de luz de un láser más de un segundo. Y para deslumbrar a alguien con un puntero y dejarlo sin visión, se debería de acertar justo en el ojo más de un segundo. Además, tendría que darse la coincidencia que tanto el piloto como el copiloto fueran cegados a la vez.
No dudo que sea molesto y veo más que lógico y necesario que se persiga y castigue a los descerebrados que llevan a cabo estas pallasadas cerca de los aeropuertos, carreteras y hasta en campos de fútbol, pero no por que sea peligroso, sino porque en la acción va la intención de molestar y perturbar la tranquilidad de terceras personas.
Ahora bien, tampoco estaría de más que se hicieran pruebas de alcoholemia y de drogas a los pilotos, ya que eso si es peligroso y no he visto, ni oído a nadie planteárselo nunca y pilotos borrachos a lo largo de la historia, y que han causado accidentes mortales, si los ha habido, por desgracia.
Un artículo más en la lista negra
Supongo que a partir de estas quejas, a la larga lista de productos peligrosos para la seguridad aérea como corta uñas, desodorantes, pasta de dientes, botellas de agua, entre muchos otros mortíferos artículos. Hay que añadir los punteros láser, no vaya a ser que algún desalmado deslumbre a una azafata y derrame un zumo (aguado) de naranja.
Para terminar, a los pilotos que hayan sido capaces de llegar al final de este post, me gustaría darles un consejo en pos de la seguridad aérea.
Señores pilotos, por favor, tápense muy bien por las noches y no duerman con el culo al aire. No vayan ustedes a resfriarse y estornuden, justo, durante las maniobras de aterrizaje. Ya que, como ustedes saben perfectamente, es imposible estornudar con los ojos cerrados.
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