Somos bizniet@s, niet@s, hij@s y sobrin@s de hombres y mujeres que vivieron guerras mundiales y guerras civiles. Hombres y mujeres que sufrieron una post-guerra muy dura, pasaron hambre y tuvieron que luchar por cada trozo de pan que se llevaban a la boca. Hombres y mujeres que estuvieron durante muchos años bajo el yugo de una dictadura y una represión que coartaba sus libertades sociales, culturales y políticas. Hombres y mujeres que corrieron delante de los grises para luchar y reclamar sus derechos como trabajadores y personas libres. Hombres y mujeres que vivieron la transición a la democracia y “participaron” en la elaboración de una constitución que ha día de hoy está obsoleta, pero que en aquellos tiempos era imprescindible.
Hoy esos hombres y mujeres somos nosotros y ha llegado el momento de luchar y dejar claro que queremos un mundo mejor, que queremos cambiar las cosas y hacer historia. Estamos sometidos a una neoesclavitud dirigida por los bancos y los mercados financieros y consentida por los políticos. Seguro que si piensas un poco tu también tienes motivos de sobras para estar indignado y para quejarte y querer cambiar algo. Sueldos indignos, trabajos precarios o falta de trabajo, recortes en sanidad y educación, estamos en una espiral que nos va engullendo poco a poco y que nos aprieta cada día más. ¿Como es posible que ser mileurista se haya convertido en un privilegio?
Desde el 15 de mayo, y ha raíz de una manifestación organizada por la plataforma Democracia real, ¡Ya!, un grupo de espontáneos acampó en La Puerta del Sol en Madrid para mostrar su disconformidad con la situación política, social y económica. Este gesto fue seguido por ciudades como Barcelona que montó su acampada en la Plaza Catalunya y lo mismo pasó en otras ciudades de España. Las protestas se están coordinando a través de las redes sociales, sobretodo vía Twitter siguiendo los hashtags #acampadasol, #acampadabcn, #yeswecamp, #spanishrevolution entre muchos otros.
En las acampadas se palpa la indignación y la ilusión por cambiar las cosas. Se hacen asambleas entre las distintas comisiones que están repartidas por la acampada, para consensuar decisiones y llevar a cabo acciones, planificar y coordinar las acampadas. También se crean pequeños corros de gente donde se intercambian ideas acerca de lo que está pasando en nuestro país y en el mundo. Cada uno da sus motivos de porqué hay que luchar o simplemente explicar su situación personal.
No dejes pasar esta gran oportunidad de hacer historia y de poder decir, “yo estuve allí e intente cambiar las cosas”. No sé que conseguiremos, pero nadie nos podrá decir que no lo intentamos y que eramos una generación perdida y egoísta. Únete o pasa un rato en la acampada que tengas más cerca y aporta tu grano de arena. Y recuerda como se grita desde las acampadas que “el pueblo unido jamás será vencido”.
3 comentarios:
Hey, perro flauta capitalizando el blog eh!!! Mucha acampada y luego facilitando que los ladrones de Seguros Pelayo traten de estafar a más incautos gracias al Facer Blog... Si en el fondo todos queremos lo mismo.
Que le vamos ha hacer sigue habiendo gente que no se entera de nada. Tu a lo tuyo amigo, que te vaya bien.
Seguiré a lo mío amigo, parado, padre de niña y ya sabes lo normal, un bitácora donde me desahogo y unos amigos a los que zurro con el vicio on line. Seguiré en mi piso de hospi si pero sobretodo seguiré observando por la ventana un amanecer que nunca será el mismo, pues como el agua del río, la vida a cada vistazo es otra y el camino se hace andando pero teniendo en cuenta que es solo de ida. Me preparo un gintonic con esmero y me lo bebo a tu salud amigo, tal vez aunque improbable al tercero me empiece a enterar de algo. Revolución, rebelión o rebeldía.
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